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lunes, 23 de enero de 2017

Los coches autómatas, el futuro de la conducción




El coche eléctrico ya está aquí, pero su implantación se va a acelerar. La evolución de las baterías está superando las previsiones más optimistas: cada vez permiten recorrer más kilómetros y tienen costes más competitivos. Su popularización depende ya solo de un mayor despliegue de infraestructuras de carga y de las limitaciones de acceso que establezcan los Ayuntamientos a los vehículos térmicos. Algo más adelante, a partir de 2020, las autonomías reales de los modelos a pilas llegarán a 500 kilómetros y las recargas para recorrerlos se harán en lo que se tarda en tomar un café.
La llegada acelerada y casi simultánea de dos tecnologías de ruptura, el coche eléctrico y la conducción autónoma, va a permitir acabar con las dos grandes lacras históricas del automóvil, la contaminación y las muertes que provoca su uso. Y nos llevarán a un nuevo escenario que hará realidad el sueño del doble cero: cero emisiones, cero accidentes.

1.- El espacio será más amplio
La mayor simplicidad de los coches eléctricos —no llevan escapes, cambio ni transmisiones, ni circuitos de refrigeración— permite reducir el tamaño de las mecánicas en un capó delantero minimizado. Y como las baterías pueden ir debajo del piso, se libera mucho espacio para ampliar el habitáculo. Si a esto le sumamos la conducción autónoma, que permitirá ocultar el volante y los pedales cuando no se utilicen, y mover los asientos por el habitáculo, el espacio a bordo será mayor, y mucho más flexible y modulable.
2.- La comunicación del vehículo
El coche estará conectado en tiempo real con los dispositivos de comunicación del conductor y los ocupantes para ofrecerles acceso a sus e-mails, redes sociales, etcétera. Pero se comunicará también con todo tipo de objetos que puedan transmitir información, como otros vehícu­los, cámaras de tráfico y cualquier infraestructura a través del Internet de las cosas
3.-La propiedad del vehículo
El concepto de coche particular,  se mantendrá pero caera de forma elevada en los países dearrollados. A cambio, se sutituirá por el concepto de coche compartido, en el que cada vehículo tendrá varios usuarios y pasajeros al día.
4.-Los servicios, la movilidad a la carta.
En el futuro se impondrá el pago por uso en el que cada cliente pagará por usar un vehículo autónomo de forma compartida, como un taxi pero sin conductor.

Otra modalidad que se implantará rápidamente y ayudará a reducir los atascos será la información dinámica de tráfico, como ya hace Waze, que tiene más de 50 millones de usuarios en el mundo y crece en subida libre. 
5.- Inteligencia artificial.

La solución final pasa por una coordinación perfecta entre varias tecnologías y sistemas. Por una parte, los equipos de radares, cámaras y sensores del vehículo; por otra, los futuros navegadores con cartografías ultraprecisas y márgenes de error inferiores al centímetro.

Y, por último, los equipos de inteligencia artificial (IA), que están ahora almacenando los protocolos de comportamiento de todos los actores que participan en el tráfico, desde conductores a motoristas, ciclistas, peatones y hasta animales. Pero también están memorizando las costumbres y tradiciones de cada país o región: no se cruza igual una rotonda en Los Ángeles que en Madrid, Teherán o Calcuta, ni son iguales las condiciones meteorológicas, el estado y agarre del piso ni el color de las líneas del asfalto.

Así, el coche autónomo deberá almacenar esa cantidad ingente de información y ser capaz de procesarla en milésimas de segundo para encontrar la mejor solución a cada situación, lo que llevará al límite los nuevos superprocesadores.

6.- La convinación con los drones: el coche volador.
Parece un sueño infantil o pura ciencia-ficción, pero hay ya un buen número de compañías investigando el coche volador. Algunas son casi desconocidas, como Terrafugia, que ya ha mostrado sus primeros ensayos. Y otras son tan populares y prestigiosas como la NASA o Airbus, que reconocen estar trabajando en su desarrollo.

Y es que las tecnologías del coche autónomo y las de los drones comparten muchos elementos comunes, desde radares, láser, cámaras y GPS. Y la fusión entre ellas reúne todos los ingredientes necesarios para que ese encuentro amoroso acabe alumbrando la llegada del automóvil volador.
7.- Especificaciones del coche autómata.
El coche autómata en unos pocos años logrará alcanzar los 500 km sin necesidad de para a repostar.
Para recargarlo se tardaría una media hora con el servicio normal o unos pocos minutos con el servicio ultra-fast que ofrece tesla en el que en vez de recargarte la batería, te la cambian por una ya cargada.
El volante podría desaparecer en los taxis-autómatas, pero en principio en los coches particulares no.
El precio de los coches autónomos de momento son carísimos, de mas de un millón de euros porque la mayoría son prototipos experimentales, pero un futuro podrán rondar los 20.000 o 30.000€. Los coches autónomos son seguros por la cantidad de experimentos que se realizan en ellos para evitar los accidentes como podemos ver en este vídeo.

Opinión personal 
Di adiós a los carnets de conducir
Mi opinión acerca de este tema es que estoy absolutamente a favor de la implantación de los coches autómatas, ya que todos ellos sería eléctricos y muy beneficiosos para el medio ambiente, al igual que las estaciones de repostaje que, por lo menos, las de Tesla se abastecen mediante energía lumínica y están  llenas de paneles solares. 

Los coches autómatas evitaran muertes innecesarias por gente ebria al volante y los tan molestos atascos, lo cual mejorará aun más la calidad de vida humana
Fuentes 
http://tecnologia.elpais.com/tecnologia/2017/01/27/actualidad/1485541445_891796.html
http://tecnologia.elpais.com/tecnologia/2017/01/26/actualidad/1485435443_182055.html

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